A comprar que yo pago!!

Es el sueño de cualquier comprador, que alguien más pague la cuenta.



¿Qué fue exactamente lo que sucedió?. Una mujer excéntrica entró en una tienda de descuento y les dijo a las clientes que llenen sus carritos y que ella cubriría los gastos.

Claudia Smith, de 66 años, entró en una tienda en California, y compró $ 2.200 dólares en ropa para otros clientes. Luego volvió al día siguiente y gastó otros US $ 5.000, en ropa para cientos de extrañas mujeres que le habían esperado desde la mañana temprano.

Dijo a la estación de TV local: “Yo sólo reciclo mi dinero una y otra vez”, dijo que había vivido en San Felipe, México, durante varios años y quería comprar las cosas para las “pobres mujeres mexicanas”.

Una compradora que se benefició de la generosa mujer, manifestó: que Smith le dijo,’Toma todo lo que quieras, yo pago por ello”.’



“Le pregunte,”¿Estás segura que no se trata de una broma?”

Me respondió:”No, yo estoy pagando por ello”.’

Marco Mitrowke, gerente de la tienda, dijo: “Tuvimos aquí una señora muy generosa, que vino en la noche anterior y quería comprar ropa para las señoras que estaban en la tienda, y al cierre de las operaciones gastó $ 7,200 dólares.

Dijo que algunas mujeres se ruborizaron, de las malas palabras que la Sra. Smith utilizó durante su estadía en la tienda, mientras criticaba a los hombres y daba asesoramiento sin sentido.

La señora de 66 años de edad, no dijo de donde sacó el dinero, ni por qué decidió ser tan generosa.

Al irse declaró a las incrédulas mujeres fuera de la tienda: “!Aquí estoy yo, feliz, alegre y libre!”


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